Este refugio es rápido de hacer y útil en bosques o selvas, pero ofrece menos protección contra lluvias intensas.
Refugio de ramas y hojas: materiales necesarios
–Ramas largas y gruesas.
–Hojas grandes y secas (palmas, helechos, etc.)
–Barro o musgo para mejor aislamiento.
–Troncos o piedras grandes para reforzar la base.
Paso a paso
1º. Busca un lugar protegido: como un espacio entre árboles o una zona con poco viento.
2º. Apila ramas grandes y gruesas en forma de cabaña, inclinalas sobre un tronco o pone una rama entre dos arboles y apoya las todo ahí.
3º. Cubre la estructura con muchas hojas secas para evitar la entrada de viento y agua.
4º. Asegura las hojas con barro o musgo para que no se vuelen con el viento.
5º. Agrega una capa extra de ramas y hojas si la lluvia es intensa.
Consejo: Si podés, cubrí el suelo con hojas secas o pasto para evitar la humedad y el frío durante la noche.

Así se ve un refugio de este tipo
Si necesitás un refugio rápido y eficiente, usar ramas y hojas es la mejor opción. Este tipo de refugio te camufla en el entorno y te protege del frío y la humedad sin herramientas. Descubrí cómo apilar correctamente las ramas, mejorar el aislamiento y construir un refugio resistente en la naturaleza. Hace clic para más información.