Cómo Tratar Heridas y Cortes en la Naturaleza: Guía Completa

En la naturaleza, las heridas y los cortes son comunes, ya sea por caídas, contacto con ramas afiladas o accidentes con herramientas. Sin embargo, el tratamiento adecuado es crucial para prevenir infecciones y evitar complicaciones mayores. Esta guía te va a mostrar cómo actuar correctamente si sufres una herida o corte mientras estás en entornos naturales alejados de atención médica inmediata.

Tipos de heridas y cortes que pueden ocurrir en la naturaleza

Cortes superficiales

Estos son rasguños o pequeños cortes que no penetran profundamente la piel. Suelen sangrar poco y cicatrizan con relativa rapidez si se mantienen limpios. Aunque parezcan insignificantes, en ambientes naturales incluso estas heridas menores pueden infectarse si no se tratan correctamente.

Cortes profundos

Son rupturas más profundas en la piel que pueden afectar músculos, tendones o hasta huesos. Estos cortes representan un mayor riesgo de infección y pueden requerir atención médica profesional. En zonas remotas, su tratamiento adecuado es especialmente importante para evitar complicaciones graves.

Heridas por raspones

Suelen pasar por rasparse con piedras, ramas o superficies rugosas. Aunque generalmente son menos graves, tienden a abarcar áreas más extensas de la piel y pueden contaminarse fácilmente con tierra, arena u otros materiales del entorno natural.

Heridas punzantes

Causadas por objetos puntiagudos como espinas, astillas o clavos oxidados. Son particularmente peligrosas porque pueden introducir bacterias profundamente en los tejidos, aumentando el riesgo de infecciones graves como el tétanos.

Laceraciones

Son heridas irregulares con bordes desiguales, generalmente causadas por impactos contra piedras o caídas sobre superficies irregulares. Pueden ser difíciles de limpiar completamente debido a su forma irregular.

Pasos detallados para tratar heridas y cortes en la naturaleza

El tratamiento debe ser lo más rápido y eficaz posible para evitar infecciones.

1º Detener sangrado

Aplica presión directa sobre la herida con un pañuelo, tela limpia o cualquier material disponible (preferiblemente limpio para evitar infecciones). Mantén la presión constante durante al menos 5-10 minutos sin interrupciones para la formación del coágulo inicial.

Si el sangrado es fuerte y está en una extremidad, elévala por encima del nivel del corazón para reducir el flujo sanguíneo. Esta técnica aprovecha la gravedad para disminuir la presión arterial en la zona afectada.

En caso de heridas que no estén en una extremidad, prepara una venda que deberás cambiar a medida que se sature de sangre. Los cambios deben realizarse sin eliminar la presión sobre la herida.

Para sangrados severos, conocer la técnica de presión sobre puntos arteriales puede ser vital. Por ejemplo, en heridas del brazo, presionar la arteria braquial (cara interna del brazo) puede ayudar a controlar la hemorragia.

2º Limpieza de la herida

Para limpiar la herida debes usar agua potable en abundancia para eliminar la suciedad y posibles contaminantes. La irrigación a una presión moderada es buena para arrastrar partículas incrustadas sin dañar los tejidos.

En caso de que no haya agua potable cerca, puedes usar agua de una fuente relativamente limpia (ríos, arroyos, etc.), aunque siempre intenta filtrarla o hervirla si es posible. Recuerda que el agua estancada nunca debe utilizarse para limpiar heridas.

La técnica correcta de lavado consiste en irrigar desde el centro hacia los bordes, evitando reintroducir contaminantes en la herida. Un lavado durante 5-10 minutos puede reducir significativamente el riesgo de infección.

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3º Desinfecta la herida

Si tienes alcohol (70%) o soluciones de yodo en tu botiquín de primeros auxilios, puedes aplicarlos para desinfectar la herida. Sin embargo, tene en cuenta que el alcohol puede causar dolor intenso en heridas abiertas.

En caso de no disponer de desinfectantes comerciales, la miel natural es una excelente alternativa. Contiene peróxido de hidrógeno natural que mata bacterias y, además, su consistencia densa actúa como barrera protectora para evitar infecciones. Las propiedades antibacterianas y antiinflamatorias de la miel han sido reconocidas por la medicina moderna.

El aloe vera también puede utilizarse, aunque no es tan efectivo como la miel. Sus propiedades antiinflamatorias y calmantes ayudan a aliviar el dolor y promover la cicatrización.

Para usarlo correctamente, extrae el gel transparente directamente de la hoja y aplícalo sobre la herida limpia. Plantas medicinales como la caléndula y la equinácea también tienen propiedades antisépticas que pueden aprovecharse en situaciones de emergencia, macerando las hojas y aplicándolas.

4º Cerrar la herida

Si la herida es pequeña y superficial, puedes favorecer su cierre aplicando presión suave para que los bordes se aproximen mientras se forma el coágulo natural. Las pequeñas heridas suelen cerrarse por sí solas en cuestión de minutos.

Para cortes más extensos pero superficiales, las tiras adhesivas de sutura (si las tienes en tu botiquín) son ideales para mantener unidos los bordes de la herida. Aplícalas perpendiculares a la línea del corte, dejando pequeños espacios entre ellas.

Si la herida es profunda, extensa o tiene bordes muy separados, es preferible cubrirla con un apósito improvisado hecho con tela limpia o gasas, además de mantener la zona inmóvil. Estas heridas probablemente necesitarán atención médica posterior y posiblemente suturas profesionales.

5º Cubrir la herida para evitar infecciones

Una vez que la herida está limpia y el sangrado controlado, coloca un apósito improvisado (asegúrate de que esté lo más limpio posible). En la naturaleza, una remera limpia cortada en tiras puede servir como vendaje de emergencia.

El vendaje debe estar suficientemente apretado para mantener el apósito en su lugar, pero no tan ajustado como para comprometer la circulación sanguínea. Siempre verifica que haya buena circulación comprobando el color y la temperatura de la piel más allá del vendaje.

En ambientes húmedos, es importante cambiar el vendaje con regularidad para evitar la maceración de la piel y la proliferación de microorganismos. Un vendaje húmedo es un medio ideal para el crecimiento bacteriano.

6º Monitorear signos de infeccion

Es extremadamente importante estar atento a cualquier signo de infección durante las horas y días posteriores. Los principales indicadores incluyen enrojecimiento progresivo, aumento de la hinchazón, calor local intenso, pulsaciones en la zona, aparición de pus o líneas rojas que se extienden desde la herida.

Otros síntomas sistémicos como fiebre, malestar general o ganglios linfáticos inflamados cercanos a la herida también son señales de alarma. Si alguno de estos síntomas aparece, será necesario buscar atención médica lo más rápido posible.

En zonas remotas, puede ser necesario iniciar un tratamiento antibiótico de emergencia si se dispone de él en el botiquín y se tienen conocimientos para administrarlo correctamente.

Prevención de heridas y cortes

Usa el equipo adecuado

Botas de senderismo resistentes, guantes protectores y ropa adecuada te protegerán de la mayoría de las lesiones comunes. El calzado con buena tracción previene caídas, mientras que los pantalones largos protegen contra rasguños por vegetación.

Mantene siempre la calma

Esto es fundamental en cualquier situación de emergencia. Mantene la calma, respira profundamente y analiza la situación antes de actuar. El pánico puede conducir a decisiones precipitadas que empeoren la situación.

Conoce tu entorno

Familiarízate con el terreno para evitar lesiones por caídas o contacto con objetos afilados. Estudia mapas antes de adentrarte en zonas desconocidas y presta atención a las advertencias locales sobre áreas peligrosas.

Lleva un botiquín de primeros auxilios

Un botiquín básico debe incluir: desinfectante, vendajes estériles, tiras adhesivas de sutura, guantes desechables, pinzas para extraer objetos incrustados y analgésicos. Personaliza tu botiquín según la duración y el tipo de actividad planificada. Hace clic acá para más información.

Aprende técnicas básicas de supervivencia

Conocer cómo improvisar vendajes, identificar plantas medicinales seguras y purificar agua puede marcar la diferencia en situaciones de emergencia donde los suministros médicos son limitados.

Informa a otros sobre tu ruta

Siempre deja saber a alguien de confianza dónde estarás y cuándo esperas regresar. Si ocurre un accidente, esto facilitará que los equipos de rescate te localicen.

Al seguir estas recomendaciones, estarás mejor preparado para enfrentar lesiones inesperadas durante tus aventuras en la naturaleza. Recorda que la preparación adecuada y el conocimiento básico de primeros auxilios pueden salvar vidas en entornos remotos donde la asistencia médica profesional no está inmediatamente disponible. La supervivencia no es opcional, es una habilidad

Así se ve una planta de Aloe vera