Fracturas en la Naturaleza: Sus Tipos y Cómo Reconocerlas
Las fracturas pueden ocurrir en cualquier momento, y en un entorno natural, donde el acceso a atención médica inmediata es limitado, saber cómo manejar una fractura correctamente es super importante para tu supervivencia o la de alguien más. Si alguna vez te encuentras en una situación de emergencia, saber cómo actuar puede marcar la diferencia entre una recuperación exitosa y complicaciones graves.
Entendiendo las Fracturas en Entornos Naturales
Las fracturas óseas representan una de las emergencias médicas más comunes durante actividades al aire libre. Cuando estás lejos de centros médicos, el conocimiento sobre fracturas se convierte en una habilidad de supervivencia esencial. Una fractura es una ruptura en la continuidad del hueso que puede variar en gravedad desde pequeñas fisuras hasta roturas completas con fragmentos múltiples.
Los huesos más susceptibles a fracturas durante actividades en la naturaleza son:
– Tobillos y pies (28% de las fracturas en senderismo)
– Muñecas y antebrazos (22% en actividades de escalada1)
– Clavículas (15% en ciclismo de montaña)
– Costillas (12% en caídas desde altura)
– Piernas (tibia y peroné) (10% en descensos pronunciados)
Tipos Comunes de Fractura en la Naturaleza
Cuando estás en la naturaleza, escalando montañas, caminando por terrenos rocosos o atravesando senderos difíciles, el riesgo de sufrir una fractura es considerablemente alto. Estos son los tipos más comunes:
Fractura cerrada
El hueso se rompe pero la piel queda intacta. Esta es la más común durante actividades al aire libre, representando aproximadamente el 70% de las fracturas en entornos naturales. Aunque menos grave que las fracturas abiertas, requieren inmovilización inmediata para evitar daños adicionales en tejidos blandos y nervios.
Fractura abierta
El hueso se rompe y atraviesa la piel, exponiendo la zona a infecciones. Estas fracturas son particularmente peligrosas en entornos naturales donde la contaminación bacteriana es alta. El riesgo de osteomielitis (infección del hueso) puede aumentar hasta un 40% si no se trata adecuadamente. Requieren limpieza cuidadosa además de inmovilización.
Fisuras
Son grietas parciales en el hueso que pueden ser causadas por golpes o esfuerzos repetitivos. Estas “fracturas por estrés” son comunes en senderistas que recorren largas distancias, especialmente en los huesos metatarsianos del pie. A menudo, la persona puede seguir caminando con dolor, lo que puede empeorar la lesión si no se identifica a tiempo.
Fractura Desplazada
El hueso roto se desplaza de su posición normal, causando deformidades visibles. Estas fracturas tienen mayor riesgo de dañar nervios, vasos sanguíneos y tejidos circundantes. En entornos naturales, representan una emergencia mayor porque pueden comprometer la circulación distal (más allá del punto de fractura).
Fractura Conminuta
El hueso se rompe en tres o más fragmentos. Este tipo de fractura suele ocurrir en caídas desde altura o impactos de alta energía, como los que pueden suceder durante escalada o descenso de barrancos. La recuperación es más compleja y prolongada, requiriendo intervención quirúrgica en la mayoría de los casos.
Fractura en Tallo Verde
Común en niños y adolescentes, donde el hueso se dobla y rompe parcialmente, similar a cuando se dobla una rama verde. Este tipo de fractura es relevante para excursiones familiares, donde los más jóvenes pueden sufrir caídas con este resultado específico debido a la mayor flexibilidad de sus huesos.
Como Reconocer una Fractura en la Naturaleza
-Dolor intenso e inmediato en la zona afectada, que empeora con el movimiento o al aplicar presión.
-Hinchazón y moretones que se desarrollan poco después de la lesión, generalmente en las primeras horas.
-Deformidad visible o un ángulo extraño en la extremidad comparada con el lado opuesto del cuerpo.
-Dificultad para mover la zona afectada o incapacidad para poner peso sobre ella.
-Crepitación: sensación o sonido de crujido cuando se mueve el área afectada.
-Entumecimiento u hormigueo distal a la lesión, indicando posible daño nervioso.
-Palidez o cambio de coloración en la extremidad, sugiriendo problemas circulatorios.
-Acortamiento aparente de la extremidad en comparación con la no lesionada.
En condiciones de baja temperatura, el reconocimiento puede complicarse por la reducción de la hinchazón y el enmascaramiento del dolor por el frío, lo que hace aún más importante una evaluación cuidadosa.
Como “Tratar” Fracturas en la Naturaleza
Si en algún momento en tu exploración por la naturaleza sufres una fractura esto tienes que hacer:
1º Inmovilización Inmediata
Usa ramas, bastones de trekking o cualquier material rígido disponible para hacer una férula improvisada. La inmovilización debe extenderse a las articulaciones por encima y por debajo del lugar de la fractura para maximizar su eficacia.
2º Técnica de Inmovilización para Extremidades Inferiores
Si la fractura es en una pierna, puedes atarla a la pierna sana para crear estabilidad natural. Esta técnica, conocida como “férula biológica”, es muy útil cuando los materiales son limitados.
3º Principio RICE (En Ingles)
– Rest (Reposo): Evita mover la zona afectada.
– Ice (Hielo): Si tienes acceso a nieve o agua fría de arroyos, aplícala envuelta en tela para reducir la hinchazón.
– Compression (Compresión): Un vendaje moderadamente apretado puede ayudar a controlar la hinchazón.
– Elevation (Elevación): Mantén la extremidad lesionada por encima del nivel del corazón cuando sea posible.
4º Control del Dolor
Administra analgésicos si están disponibles en tu botiquín de emergencia. El ibuprofeno no solo reduce el dolor sino también la inflamación.
5º Plan de Evacuación
Evalúa la gravedad de la fractura y determina si la persona puede moverse por sí misma o necesita ser transportada. Para fracturas en extremidades superiores, la evacuación asistida puede ser viable; para fracturas pélvicas o de fémur, el rescate profesional suele ser necesario.
6º Monitoreo Continuo
Verifica regularmente la circulación, sensibilidad y movilidad distales a la fractura. La pérdida de pulso, sensibilidad o capacidad para mover los dedos puede indicar un síndrome compartimental, una complicación grave que requiere atención médica urgente.
7º Atención Especial para Fracturas Abiertas
Si hay exposición del hueso, limpia suavemente la herida con agua potable si está disponible, cúbrela con apósitos limpios y continúa con la inmovilización. Estas fracturas tienen mayor riesgo de infección y requieren antibióticos y atención médica lo antes posible.
¿Cómo Hacer una Férula Efectiva?
1º Selección de Materiales: Busca dos elementos rígidos (ramas, bastones, palos de esquí) más largos que la extremidad fracturada, idealmente extendiéndose más allá de las articulaciones próximas.
2º Acolchado: Coloca material blando (ropa, musgo seco, hierba) entre la férula y la piel para prevenir puntos de presión que podrían causar lesiones por roce o presión.
3º Posicionamiento: Pone las ramas a ambos lados de la fractura (como un sándwich), asegurándote de que soporten adecuadamente la zona lesionada sin intentar realinear huesos desplazados.
4º Fijación: Asegura la férula con cordones, tiras de ropa, cinturones o cualquier material disponible, comenzando desde el centro y moviéndote hacia los extremos. El ajuste debe ser firme pero no tan apretado que comprometa la circulación.
5º Verificación: Comprueba periódicamente que los dedos (de pies o manos) mantengan temperatura normal, color adecuado y sensibilidad, indicando que la férula no está demasiado apretada.
6º Adaptación: Para fracturas específicas como las de clavícula, un cabestrillo improvisado con una camiseta o chaqueta puede ser más efectivo que una férula rígida.
Prevención de fracturas en la Naturaleza
Equipo Adecuado
Botas de senderismo resistentes con soporte de tobillo, bastones de trekking para equilibrio adicional y ropa adecuada pueden reducir significativamente el riesgo de caídas y lesiones. Estudios muestran que el uso de bastones puede reducir hasta un 25% la carga en las articulaciones al descender, disminuyendo el riesgo de caídas.
Conciencia del Terreno
Siempre observa cuidadosamente por dónde pisas, especialmente en terrenos rocosos, embarrados o resbaladizos. La mayoría de las fracturas ocurren durante descensos en terrenos irregulares o cuando la visibilidad es reducida.
Preparación física
Mantener un buen estado físico, con especial atención al fortalecimiento muscular y entrenamiento de equilibrio, puede ayudarte a evitar caídas. El fortalecimiento de los músculos estabilizadores de tobillo y rodilla es particularmente importante para actividades en terrenos irregulares.
Hidratación y Nutrición
La deshidratación y los niveles bajos de glucosa pueden afectar tu concentración y coordinación, aumentando el riesgo de accidentes. Asegúrate de mantener una hidratación adecuada y niveles energéticos estables durante tus actividades al aire libre.
Planificación de rutas
Investiga previamente la dificultad de los senderos y planifica rutas acordes a tu nivel de experiencia y condición física. Evita terrenos técnicamente exigentes si no tienes la preparación adecuada, especialmente cuando las condiciones meteorológicas son adversas.
Equipo de Comunicación
Lleva siempre contigo un dispositivo de comunicación (teléfono móvil, radio o localizador satelital) para poder pedir ayuda en caso de emergencia. En áreas remotas, un localizador personal por satélite puede ser la diferencia entre una espera de horas o días para recibir asistencia médica.

Así son los bastones de trekking